martes, 26 de diciembre de 2006

Grandes meteduras de pata

Es muy curioso lo que ves y escuchas en muchas organizaciones cuando pasas por la puerta y te cuentan sus experiencias, necesidades, problemática, vivencias, etc..., en la mayoría de los casos soy yo el que más aprende, pero hay ciertos momentos que te dejan huella, y sabes desde ese mismo momento que va a ser un verdadero fracaso y lo único que quieres hacer es levantarte de la silla y correr hacia la salida más cercana.

Uno de los más típicos es el de "vamos a comprar la megaherramienta", pensando que así se arreglará todo, que la herramienta funciona sola, que todo el mundo sabrá manejarla perfectamente, que estará parametrizada según las necesidades específicas de mi organización. Tener una buena herramienta es muy útil, pero no empecemos la casa por el tejado y supeditemos todo lo que debemos atender a una herramienta, tal y como vimos en artículos anteriores.


Otro caso curioso es el de encargar a aquella persona que, por una causa u otra, tiene un método para gestionar los requisitos de las peticiones de los usuarios y le encargan que aleccione al resto de personas que realizan el mismo tipo de rol. ¡¡Cuidado!!, no siempre algo particular puede tener replicación, es igual que si nos ponemos el traje hecho a medida de otra persona, seguramente lo podremos llevar, pero no se ajustará a nuestras necesidades, y será más un estorbo (fracaso) que una utilidad.

En otros sitios no se es totalmente consciente de lo que implica un proceso de cambio, pretendiendo resultados del día a la noche. Señores, cambiar no es sencillo ni fácil, pero claro que se puede hacer.

La última es también muy típica, y es aplicable a otras muchas cosas, el intento de aplicar las cosas como aparecen en los libros o manuales. Cada organización tiene sus particularidades, necesidades, cultura y manera de hacer las cosas. Si queremos implantar un modelo de ingeniería de requisitos en Oz perfecto, pero no en una organización que debe dar respuesta y soporte a las unidades de negocio.

No hay comentarios: